Wednesday, August 31, 2005

Después de la orgía

Escucho a Stravinski, una versión checa de la suite de La Historia del soldado: el conjunto de cámara de instrumentos de viento dirigido por Libor Pesek (Supraphon); y me acordé de las dos veces que pude escucharla en vivo, ambas con recitador, que nos cuenta esta historia inspirada en Ramuz.

Tres piezas para clarinete, escuchadas en directo dentro del ciclo de música contemporánea de la Quincena Musical Donostiarra. Cada nota parece ser la adecuada, no sobra ni falta nada.

El lobo, el hombre su enemigo, un atardecer que incendia el monte, era Portugal ese país en llamas... El final de la Turangalîla de Messiaen; de nuevo las piezas de Webern, el primer compositor que se acercó al zen en Occidente. Todavía...

Hay una mujer que toca el saxo, que susurra en la oscuridad, hay algo que late con fuerza, es la médium que está a tu espalda, por fin la luz, ella tan pequeña, y tan energética...

Los discos, ese triste consuelo...

Algo se quedó en aquel sitio, donde la música sigue, y en Lucerna, y en Savonlinna.