Thursday, February 14, 2008

Hazte un porno (II)

También Anaïs Nin se prostituyó. También ella escribió relatos eróticos a dólar la página, por encargo de un millonario. Ella misma lo cuenta:

Me convertí en lo que denominaré la Madame de una extraña casa de prostitución literaria. Era una maison muy artística, debo decir, un estudio de una habitación, con claraboyas que pinté para que parecieran las vidrieras de una catedral pagana.
(Prefacio, Pájaros de fuego (Little Birds), Bruguera, 1983).

Frente a Miller, amigo amante y casi todo durante un tiempo, ella es más sutil, aunque los contenidos abundan en perversiones mil. Cuando uno lee, se da cuenta enseguida de que es una escritura femenina (sí, la hay, se nota, pero no me detendré ahora en este debate). Ella sigue hablando:

Por mi parte, mis auténticos escritos quedaban abandonados cuando me ponía a perseguir lo erótico. Estas son mis aventuras en ese mundo de prostitución. Sacarlas a la luz fue al principio difícil. La vida sexual suele estar recubierta de muchas costras en todos nosotros, poetas, escritores o artistas. Es una mujer velada, semisoñada.
(ídem).

En el primer relato, Pájaros, aparece Manuel, que es exhibicionista, voyeur, un hombre que se excita cuando una mujer lo mira, que tiene sus momentos en los pissoirs. Logra que unas colegialas suban hasta el ático donde se ha trasladado, utilizando los pájaros de señuelo. Los pájaros, claro, salen huyendo (esas apetecibles colegialas). Todo es muy metafórico, muy arty. Hoy día un relato así sería considerado como incitación a la pederastia. Eran otros tiempos, en los que los artistas pasaban hambre y eran felices, en aquel París que no se acababa nunca. Todos los vicios confundidos.

Lo que disfruté en mis años dorados de aquel Diario de Anaïs Nin, con fotos incluidas, ella una mujer tan fascinante. Su relación con Miller, con Artaud, con el analista Otto Rank, el investigador de los viejos mitos. Anaïs incestuosa, aquel padre pianista que abandonó a la familia...Ella, buscando esa figura paterna a lo largo de su vida. Eran otros tiempos.

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