Tuesday, January 17, 2006

Cabaret




Gisela May es considerada por la crítica como una cantante brechtiana, una voz que se mete por completo en la piel de esas letras que el maestro alemán cantó como nadie, y es por ello que su aprendizaje junto a Hans Eisler le sirvió para dar cuerpo a ese canto casi recitado a veces, patético y sentimental otras, siempre cínico (quínico, quiero decir), que en este disco con las piezas más significativas se pone de manifiesto. Aparecen algunas bien conocidas, sacadas de sus trabajos (los de Kurt Weill) La ópera de tres peniques, Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, Happy End, y también dos fragmentos del Berliner Requiem. Por cierto, que ella ha sido actriz del Berliner Ensemble, el grupo teatral más prestigioso durante tantos años, y que todavía sigue en pie. Eso se nota en su interpretación, para nada lírica o "cantante", y sí muy teatral; y echo de menos a Kathy Berberian, y me gustan algunas más en ese disco, September Song, y Alabama Song me parece un poco echada a perder..., pero eso no quita que considere su estilo como muy apropiado al clima verdadero que Weill quiso para sí, para los hombres libres del mañana.