Friday, November 25, 2005

Otoño LII



La Sonata nº 4, op. 7 de Beethoven data de 1797 y la dedicó a una alumna suya de la que se dijo que estaba enamorado, Babette von Keglevics. Czerny dijo que correspondía a esta sonata, y no a la op. 57, el apelativo de Appassionata; B., por su parte, la llamaba Gran Sonata, y sin duda lo es, no sólo por su duración sino por otras cosas que en una escucha atenta enseguida se nota. Comienza con un allegro molto e con brio, de carácter alegre y casi exultante; le sigue un Largo, con gran espressione, que es el corazón y meollo de la sonata, en donde desarrolla una maravillosa canción instrumental de profunda elocuencia emocional, que puede darle la razón a Czerny. Luego aparece el allegro del tercer movimiento, entre el minueto y el scherzo. Finalmente, un Rondó (Poco allegretto e grazioso), que expresa alegría y brillantez, como en el primero, pero temperado por la experiencia del Largo (reaparecen células, motivos del mencionado movimiento central). Quien toca es un joven Daniel Barenboim, en una grabación de EMI de 1970, en un disco en donde aparecen otras dos sonatas de su última época, la nº 25 y la nº 28.