Saturday, July 30, 2005

Refrescarse/ relajarse


La noche del jueves, programa especial en La Noche Cromática, en donde los oyentes seleccionaron previamente músicas para estos días de calor agobiante (aunque parece que ha refrescado algo en los últimos días). El agua, cómo no; y los paisajes nórdicos. Y el piano. Resultó una selección bastante ideal para una noche así: desde el Danubio Azul de Strauss hasta esa joyita que es el Preludio a la siesta de un fauno, con que se remató la velada, pasando por la Sinfonía Antártica de Vaughan Williams, y un fragmento pajareril de Rautavaara, de su Cantus Arcticus; Granada de Albéniz, o algo ligero de Ligeti...

Anoche fue si cabe mejor, ya que el flujo de música corrió imparable desde una obra para quinteto (piano y cuarteto de cuerda) de la compositora de Azerbaijan Franguiz Ali-Zadeh (Tactile Time /Reverse Time), en donde explora la forma mugam con presupuestos modernos (ella misma al piano y el Kronos Quartet; descubrí a esta compositora hace años en un disco del Kronos precisamente, Night Prayers). Luego un giro al pasado más remoto, con una canción de Machaut, bellísima como todas las suyas (¡esto parecía ya Musica Reservata!), para seguir con la Segunda de Beethoven por Roger Norrington y sus músicos londinenses..., realmente diferente, sí. Qué final más raro, pero todo es acostumbrarse a que Beethoven también puede sonar así... En fin, que ya con Schumann lo dejé, estaba cansado. Antes del programa había escuchado el segundo disco de la Sinfonía Turangalîla de Messiaen en la versión de la Orq. de la RTV Francesa dirigida por Maurice Le Roux, con Yvonne Loriod al piano y Jeanne Loriod a las Ondas Martenot. Una grabación de 1962, un disco ya histórico: desde la portada, el mejor pajarero musical de todos los tiempos mira al horizonte, más allá de nosotros, parece decir: he visto los colores de la ciudad celeste, allí en lo alto...