Tuesday, April 12, 2005

Rastros de primavera

La música de la felicidad: Schubert, el allegro inicial de la Quinta sinfonía. Simplemente esos giros... Orquesta Philharmonia de Londres, dirigida por Otto Klemperer, año 1963 (EMI). Pero toda ella está sumida en la luz, en el bosque silencioso, en un tiempo que ya no existe y que no puede recuperarse. A su lado, la Octava, incompleta, es música que anuncia un pathos, una ruptura, que dice ya enfermedad. Y sin embargo, Schubert nunca es amargo, nunca decepciona; está la tristeza, la repetición sin fin, el ansia de otra cosa...

O los cuentos de Cheever: música para la esperanza, incluso cuando todo parece perdido. "El autobús a St. James": "no pasa nada, ya verás cómo todo va bien". El hombre que escapa de su mujer, Marcie Flint, porque le ha sido infiel (es su confesión) durante una larga ausencia de él: pero detente, qué haces, coge un avión, vuelve a casa..., verás a tus hijos crecer, como los viste aquella tarde en el jardín trasero jugar, y era un momento de felicidad, como detenido, la abeja dorada sobre los arbustos de jeringuillas, moradas flores, un avión de madera..., antes del veneno, antes de la desdicha. Detente, eres tan hermoso.

Y William Carlos Williams,

Memory of April

You say love is this, love is that:
Poplar tassels, willow tendrils
the wind and the rain comb,
tinkle and drip, tinkle and drip--
branches drifting apart. Hagh!
Love has not even visited this country.

***
Tiempo de pájaros. Negros, amarillos, verdes, de pico naranja, rastreadores, volando hacia las alturas, y sus cantos...