Tuesday, October 04, 2005

Otoño II

Siempre es grato escuchar de nuevo la Sonata nº 2, "Concord, Mass. 1840-1860" de Charles Ives, sobre todo cuando es una versión tan contundente e impecable como la de Aloys Kontarsky, el pianista más dotado de su tiempo, cuando la vanguardia radical de los años 50 y 60 del pasado siglo. Escucho primero las dos primeras secciones, Emerson (en donde aparece al final la flauta de Theo Plümacher) y Hawthorne. Ráfagas veloces, momentos más calmos, que se suceden casi sin pausa, aunque cuando hay silencios, se hacen notar. Obsérvese cómo remata la segunda sección, con ese acorde casi agresivo, que es totalmente inesperado. En las notas de la carpeta (estoy hablando de un vinilo del sello Time Records, from USA), se habla de que la primera interpretación en público fue de Kirlpatrick, y que hasta ese momento se pensaba que era una obra intocable, por su dificultad tremenda. Fue sólo cuando la vanguardia desarrolló su serialismo integral, que se notó el avance de Ives, cuando paradójicamente su música está basada en muchos momentos en la tradición, sobre todo en canciones e himnos de sitios que conocía bien (fijémonos en un pasaje de Hawthorne, cuando aparece una melodía que ya se escucha en otras de sus obras).

También escucho otro disco con obras de Milhaud (La création du monde) y Kurt Weill (la suite de La ópera de tres peniques), en interpretación de The Contemporary Chamber Ensemble dirigido por Arthur Weisberg (Nonesuch). Dos piezas estupendas, que ya conocía muy bien de antes, incluso la de Milhaud la escuché una vez en directo, en Granada. De este sello estadounidense, el que más grabó música contemporánea por aquellos años (70), junto a New World Records, vi un montón de vinilos en el Rastro del domingo. También excelentes vinilos de jazz, ¡qué felicidad!